Más allá de una mera transacción de sistemas de procesos, un CRM (Customer Relationship Management) se erige como una eficaz herramienta para tomar decisiones. Los diferentes modelos existentes de esta estrategia de negocio no solo mejorarán la lealtad del cliente, sino que también hará más eficientes los procesos internos de las empresas.
Reunir la mayor cantidad posible de información sobre los diferentes clientes en aras de generar relaciones a largo plazo y aumentar así su grado de satisfacción es uno de los objetivos prioritarios de un Customer Relationship Management.
Mejora tus procesos de negocio con CRM
Desde el punto de vista del marketing relacional, el CRM identifica a los mejores clientes, se clarificarán mejor los objetivos y metas de tu empresa, se establecerá una base sólida de ventas y se potenciará el valor en los clientes. Se ha de tener en cuenta que el conocimiento del cliente mejorará el proceso de investigación de los productos que el cliente requiere y, en base a sus requerimientos, se dará un trato personalizado.
Con objeto de evitar cualquier intento fallido en la implementación de un CRM es preciso establecer las necesidades corporativas, identificar los problemas, encontrar una solución a los mismos y decidir cómo llevar a cabo dicha solución. Igualmente, se ha de otorgar una gran importancia al trato con el cliente y el staff de la organización, asegurándose en todo momento de que está dispuesto para aceptar los cambios.
Nada desdeñable tampoco sería incentivar la comunicación interdepartamental, al mismo tiempo se han de elegir productos estables con tecnología que facilite el monitoreo de las campañas de marketing y que la arquitectura de CRM pueda manejar los canales de venta existentes y futuros. Junto a todo ello se han de construir, evaluar y aplicar modelos analíticos, así como automatizar el proceso de toma de decisiones.
De entre los diferentes modelos de CRM existentes se encuentra el de dimensiones, apoyado en tres pilares fundamentales representados en los clientes, procesos y tecnología con un contexto de gran empresa, un cliente guiado, organización funcional y una tecnología integrada.
La base de un sistema de CRM trata de cambiar de una transacción basada en acciones de marketing con la intención de obtener nuevos clientes a través de una efectiva administración de las relaciones con los consumidores. Todos aquellos datos generados por el cliente ayudarán a crear un punto de vista fácil del mismo y así poder comprender el comportamiento en sus transacciones comerciales. Con la tecnología que rastrea y analiza todo este comportamiento, podrás centrar todos tus esfuerzos de marketing, así como interactuar, responder y comunicarse de manera más efectiva con el cliente y de esta forma, mejorar las tasas de retención.
Por otro lado, el modelo de simple flujo del proceso de CRM, en cuya primera etapa se deberá evaluar el nivel de esta estrategia de negocio, que en este momento maneja tu empresa, para así determinar cuáles son las áreas de mejora. En una segunda etapa se trata de establecer una interacción con el cliente por medio de la tecnología y la información, cuyo fin es recibir una retroalimentación por parte del usuario.
Para la tercera etapa se capturan los datos del cliente, resultado de la interacción previa en aras de poder construir un perfil del cliente, útil para el desarrollo de programas de retención. Posteriormente se emplea la tecnología para almacenar e integrar los datos del mismo, para después realizar una división de datos, cuya información se analizará para determinar segmentos diferentes de mercado de acuerdo con características comunes relacionadas con el perfil antes determinado. Finalmente, se canalizarán todos estos datos hacia los demás departamentos de la empresa.
Otro de los modelos es de construcción de relaciones, que en la primera fase, los clientes y las compañías se satisfacen por medio de la confrontación. En estos casos, la relación con el cliente se limita a un acercamiento basado en el corto plazo. No obstante, uno de los más convencionales es aquel en cuya primera fase, la administración considerará la uniformidad del producto ofrecido y el valor generado para el cliente, además de cómo se va a usar toda esa información.
Una vez obtenidos los datos, se debe considerar el valor útil que tendrán para la empresa, rediseñando ese dato para convertirlo en información para el cliente, la cual se podrá colocar en la base de datos.
Todos los datos obtenidos se convertirán en una información útil para el desarrollo de la interacción con el cliente. La tecnología será de utilidad para transmitir toda esa información a las diferentes áreas de la empresa. Al ser transmitida, la información será aprovechada y se conseguirá un conocimiento más amplio, además de tener una mayor capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes.
Si quieres apostar por este tipo de servicios, en Websdirect te ofrecemos el apoyo profesional que necesitas. Llámanos y te asesoraremos en todo lo que necesites.