Su capacidad para humanizar los datos y aclarar conceptos de cierta complejidad mediante la combinación perfecta de gráficos, contenido de calidad y tonalidades cromáticas atractivas hace de las infografías uno de los recursos de tu estrategia content marketing idóneos para potenciar la notoriedad de tu empresa, generar branding y ganar el visibilidad.
La entrega de información con valor independiente, que inspira credibilidad, confianza y otorga autoridad para la empresa es una de las finalidades principales de una adecuada y eficaz estrategia de marketing de contenido. La necesidad de llevar a la práctica este tipo de acciones nace ante la presencia de un nuevo escenario, donde los usuarios interactúan con la empresa y, de alguna manera, coproducen el servicio o el bien. Son las nuevas reglas delineadas por la era digital.
Por medio de esta estrategia es posible atraer el interés del cliente ideal a partir de un contenido relevante orientado a cubrir sus necesidades particulares. De entre los muy diversos tipos de contenidos de calidad que puedes ofrecer a tu público objetivo, más allá de los whitepapers, eBooks o artículos, uno de los recursos más ampliamente utilizados es la infografía.
La Infografía en la estrategia del marketing de contenidos
Tal es su influencia, que Google no duda en lanzar más de 93.900.000 resultados cada vez que introducimos en su barra de búsqueda el término «infographic», una cifra que según estudios oficiales crece una media de un 1% al día. La infografía ha supuesto una nueva forma de compartir datos, cifras e, incluso, instrucciones sobre una amplia variedad de temas.
Erigidas como una representación visual capaz de alcanzar un 83% más de retuits en la red del popular pájaro azul que un texto o una imagen, las infografías tienen la habilidad de despertar el interés de un porcentaje considerable de los usuarios sobre una temática o un servicio determinado, que un texto plano a modo de amplio reportaje o una tabla no lograrían. En este sentido, su impacto entre los consumidores es mucho más decisivo y, por lo tanto, más eficaz.
Gracias a su poder visual, estos recursos en una estrategia de content marketing se convierten en un instrumento de primer nivel a la hora de transmitir información. No es nada desdeñable saber, en este sentido, que el 90% de los datos más rápidamente procesados por nuestro cerebro son visuales.
Junto con un contenido de calidad y un mensaje conciso e impactante, el diseño y la creatividad se convierten en dos de las principales notas características de una infografía. Más allá de un complejo diagrama esquemático de flujo o los convencionales gráficos de barras, se incluyen dibujos explicativos, atractivos y de interés, que clarifican lo que un enmarañado texto técnico no conseguiría transmitir al público.
Para ser más exactos, los diagramas lineales, ya sean en forma de tarta o basado en dibujos, representan el 25% del total frente al 32% que ocupan los gráficos de barras. No obstante, los que verdaderamente ostentan el liderazgo del pastel son las tipografías creativas, en el nada desdeñable 85% de los casos.
Desde el primer momento, las infografías captarán la atención del usuario, generando en su interior la necesidad de ampliar la información, no solo del tema transmitido sino también de la marca o empresa que lo lanza. De esta forma, por medio de este tipo de contenidos no solo mejorarás la notoriedad de tu marca, sino también tu reputación.
Salud, negocios, tecnología, cultura o medio ambiente son algunas de las temáticas difundidas a partir de estos elementos. En este sentido, una infografía podría ser de utilidad para representar el ciclo de vida de tu nuevo producto o el balance de los resultados financieros de tu empresa.
Además de potenciar la visibilidad de tu empresa, hacer branding y conectar con tu público objetivo, podrás obtener enlaces a tu web e incrementar el tráfico entrante.
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