Dos organismos sin ánimo de lucro, la Fundación CTIC y el Instituto ESI, han creado la primera herramienta de certificación de accesibilidad web. Este sello tiene validez internacional, dado que cumple con todas las recomendaciones WCAG 1.0 del Consorcio 3WC.
El objetivo es que el mayor número de internautas, tenga o no limitaciones físicas, territoriales o tecnológicas, pueda acceder a la red y sus servicios de forma satisfactoria.
Según la ley de servicios de la sociedad de la información y el comercio electrónico (LSSI), todas las webs que pertenezcan a organismos públicos o que indirectamente estén relacionadas a empresas privadas que perciban subvenciones públicas, tendrían que haber adoptado las medidas oportunas que garanticen el acceso a Internet de cualquier internauta. Especialmente, a los que sufren algún impedimento físico o cuentan con una edad avanzada.
La fundación CTIC es la que acoge la oficina española del World Wide Web Consortium en Gijón, Asturias, en asociación con el European Software Institute –financiada por la Comisión Europea) en Zamudia (Vizcaya). Los técnicos informáticos de ambas asociaciones han sido los encargados de desarrollar esta metodología.
En realidad una combinación de revisiones automatizadas, complementadas con una fase manual de pulido, es la que le otorga valor a este tipo de consultoría. Existen tres niveles (A, doble A y triple A). Dependiendo de la dificultad de la web y el nivel que se quiera alcanzar, el sello de excelencia parte de los mil euros de coste. Este tipo de certificación firma un compromiso de calidad que en unos años será exigido por el usuario de servicios online.