El vídeo marketing es uno de los elementos esenciales en una planificada estrategia de social media, dado que el contenido audiovisual se ha convertido en uno de los más demandados por los usuarios.
Los ven, los comparten y los comentan. Los aficionados a las redes sociales no puede dejar pasar la oportunidad de prestar toda su atención al nuevo vídeo que se ha publicado a modo de post en Facebook o de tuit en Twitter. Y, es que, este contenido gana en influencia por encima de cualquier otro. Sin embargo, esta no es la única ventaja de apostar por un contenido audiovisual, sino también por el hecho de que los algoritmos que regulan los feeds son premiados con el tan anhelado alcance orgánico.
No obstante, para ser un referente en el universo social media, es muy importante hacer vídeos específicos para cada plataforma. Tradicionalmente se ha utilizado este tipo de contenido para hacer tutoriales y, en definitiva, para transmitir un mensaje práctico e informativo. La aparición de un considerable porcentaje de influencers en los últimos años ha hecho que las búsquedas de estos vídeos no se reduzcan simplemente a YouTube o a Google, sino que la dinámica cambia totalmente. Ahora los usuarios se suscriben a un canal o se hacen seguidores de una red social y, con posterioridad, reciben el contenido.
Vídeo marketing para empresas
El vídeo marketing que realmente funciona en el ámbito de las redes sociales debe reunir algunas de las siguientes características:
-La optimización del contenido para cada tipo de plataforma es un factor vital a tener en cuenta, así como la forma en que lo verán los propios espectadores, dado que no es lo mismo reproducir este tipo de contenido en un ordenador que hacerlo en un dispositivo móvil.
-La brevedad en el mensaje transmitido es esencial en el vídeo marketing para captar la atención de los usuarios, así lo demuestran los estudios realizados al respecto y las prácticas realizadas en las empresas. Los análisis concluyen que los consumidores prefieren que sean vídeos de unos 60 segundos de duración, frente a los expertos que determinan que lo mejor es situarse en torno a los 30 segundos, exprimiendo al máximo esta brevedad.
-No sería nada desdeñable apostar por la incorporación de subtítulos en el vídeo que se pretende publicar, especialmente si tenemos en cuenta que el 85% de los vídeos en Facebook se contemplan sin el sonido activado.
-Lógicamente, la llamada a la acción es otra de las cuestiones más relevantes que hemos de tener en cuenta. El vídeo, además de permitirnos lograr un mayor alcance orgánico, debe llevar a los consumidores a algo concreto. El tono empleado debe ser claro y conciso, permitiendo a la audiencia comprender lo que se está diciendo y, a la vez, crear una proposición de valor clara.
-En cuanto a los tipos de contenido que se pueden incluir en nuestro vídeo marketing en social media, se podría destacar el formato storytelling, empleado habitualmente por las marcas cuando hacen branded content. Con todo ello se llegará a distintas clases de consumidores con historias que se hacen virales gracias a la difusión por parte de los usuarios en las redes sociales.
Por su parte, los vídeos testimoniales son idóneos para cuando se comercializa un servicio. A pesar de no ser tan dinámico como otros, dota de gran valor a la misma por la credibilidad que proporciona el testimonio de un cliente real.
Igualmente, los vídeos demostrativos de breve duración tiene por objeto mostrar las características y funcionalidades de sus productos, por no hablar de que son de utilidad para enganchar a los consumidores. Los influencers, por otro lado, son otro de los grandes protagonistas de las redes sociales por el dinamismo que generan. Los prescriptores son conscientes de cómo activar a sus seguidores, lo que hace que una marca pueda ganar en reputación e, incluso, mejorar su posicionamiento y engagement.
El vídeo marketing, por lo tanto, es uno de los pilares fundamentales para las marcas a nivel internacional.