Los perfiles de usuarios o empresa que tenemos abiertos en las diferentes redes sociales son nuestra tarjeta de presentación de cara al resto del mundo en Internet. Por ello, es importante proteger las cuentas que tenemos creadas en Facebook, Twitter, Google+ y otras plataformas de social media para evitar que otras personas puedan acceder a ellas sin permiso y publicar cosas en nuestro nombre o sustraer información sobre nosotros.
La primera medida que debemos tomar para evitar que otros puedan acceder a nuestro perfil es contar con una contraseña segura. Aunque nos pueda parecer ridículo, un gran número de personas siguen usando “1234” como contraseñas para sus cuentas, facilitando el trabajo a todos aquellos que quieran piratear sus perfiles. A pesar de que nos resulte tedioso, lo más recomendable es elegir contraseñas diferentes para cada plataforma y que cada una de ellas sea una combinación de letras y números, evitando escoger palabras comunes.
Uno de los errores más frecuentes que comenten muchos usuarios en cuanto a la seguridad de sus cuentas en las redes sociales es dejar desprotegidos sus dispositivos personales. De nada sirve haber optimizado la fortaleza de la contraseña si después dejamos nuestro ordenador o teléfono encendidos sin bloquear y con sesiones abiertas en diferentes servicios web. Para evitar problemas, lo más recomendable es que bloqueemos los equipos con contraseña y cerremos la sesión cada vez que nos alejemos de ellos.
En cuanto a las posibles infecciones del ordenador y ataques con malware, la mejor prevención es contar con un antivirus instalado y no fiarse de todos los mensajes que recibamos de nuestros contactos. Ante la duda del contenido de un link, es mejor no pinchar en él y evitaremos convertir nuestros perfiles sociales en propagadores de enlaces maliciosos.
Controlar a quien damos permiso para acceder a nuestra información en redes sociales es obligatorio si no queremos encontrarnos sorpresas desagradables. En los perfiles de empresa gestionados por empleados es recomendable revisar la configuración de privacidad para saber qué acciones pueden realizar. Además, si uno de ellos abandona la compañía es aconsejable cambiar las contraseñas para evitar problemas en un futuro.
Por último, no podemos olvidar ser precavidos a la hora de utilizar aplicaciones de terceros que solicitan acceso a nuestros perfiles sociales. Se debe poner atención quien es el desarrollador de esas aplicaciones, la información que les proporcionaremos y qué podrán hacer en nuestro perfil. Por supuesto, una vez que no necesitemos usar esta aplicación, debemos borrarla de nuestro perfil, bloquear el acceso y eliminar todos nuestros datos de ese servicio.