En las últimas semanas hemos asistido a algo que parecía que no iba a ocurrir nunca: ante el lanzamiento de un nuevo producto de Google millones de usuarios de todo el mundo han proclamado que nunca lo usarán.
El producto en concreto se llama Google Keep y es una aplicación para tomar notas que la compañía de Mountain View ha desarrollado para competir con servicios como Evernote.
La negativa de los usuarios a utilizar el nuevo desarrollo de Google no está relacionado con las características del mismo o que no funcione correctamente. Es consecuencia de la pérdida de confianza de muchos internautas en la empresa que fundaron Sergey Brin y Larry Page provocada tras el anuncio el pasado 14 de marzo de que Google Reader se cerrará el 1 de julio de este mismo año sin que otro producto con las mismas funciones lo sustituya.
El cierre de Reader por parte de Google, ignorando las quejas de millones de personas en todo el mundo, ha hecho correr todo tipo de rumores y especulaciones sobre las causas del mismo en blogs y medios de comunicación digitales. Varias fuentes apuntan a los problemas de privacidad del servicio que debían ser solventados para poder seguir en funcionamiento mientras otros alegan que los productos con menos de 100 millones de usuarios no resultan rentables para la compañía norteamericana.
Sea cual sea la razón real que haya llevado a tomar la decisión de eliminar Reader del catálogo de productos de Google, el cierre ha hecho que personas en todo el mundo se planteen si deben seguir utilizando los servicios de la compañía. Son muchos los usuarios que reflexionan públicamente en blogs y redes sociales si la gratuidad del correo electrónico o el almacenamiento en la nube ya no son motivo suficiente para depender de las decisiones empresariales de Google. Por ello, surgen voces que buscan alternativas no sólo para seguir usando de forma habitual un lector de RSS si no para otros servicios de Google como pueden ser las alertas por correo electrónico o la edición de documentos online.
Tan sólo el tiempo dirá si los cambios de las últimas semanas suponen un cambio real en la forma en la que los usuarios perciben la imagen de Google o se trata tan sólo de una reacción de enfado momentáneo por parte de aquellos que se siente más perjudicados por la dirección que toma la compañía.
¿Vosotros seguís confiando en Google?
Imagen: Pixabay