La presencia del Big Data en ecommerce se convertirá en una de las tendencias más marcadas de este año y en la alianza perfecta para las empresas, junto a la inteligencia artificial para abrir nuevas posibilidades en el comercio online.
El análisis de grandes volúmenes de datos, que no pueden ser tratados de un modo convencional, dado que superan los límites y capacidades de las herramientas de software empleadas habitualmente para la captura, gestión y procesamiento de la información, es lo que se conoce como Big Data, cuya influencia es cada vez más notoria en muy diversos ámbitos.
Uno de ellos es el ecommerce, que este año se sumergirá en las compras multi-canal. El principal riesgo que enfrenta este tipo de servicios es que el consumidor pierda el interés por el producto y termine por no finalizar su adquisición.
La importancia del Big Data en ecommerce para 2017
Las líneas que el big data en ecommerce seguirá el presente año se especifican en las siguientes líneas:
-Por un lado, la analítica avanzada jugará un papel esencial en cómo las empresas harán frente al comportamiento de compra del propio consumidor, así como en la conversión de las ventas. En aras de personalizar la experiencia de compra de la manera adecuada y adaptarla a las necesidades de los usuarios al máximo, las propias organizaciones han de ser capaces de procesar y analizar en tiempo real un gran volumen de información.
Precisamente, para cumplir este objetivo, las marcas deberán desarrollar no solo la estructuración de los datos, sino también, la analítica predictiva.
-Debido a que las empresas dispondrán de una mayor interconexión entre las diferentes secciones de la cadena logística, los flujos a nivel administrativo deberían estar más ligados, permitiendo la puesta en marcha de modelos en los que la mercancía podría ser producida bajo demanda y personalizada al gusto del propio consumidor.
La demanda se situará en un puesto destacado dentro de la cadena de comercio y, por su parte, el suministro pasará a un segundo plano. Todo ello marcará un nuevo ciclo en el proceso de comercialización.
-Los consumidores esperan que los productos solicitados sean entregados en sus domicilios a la mayor brevedad posible. Para adaptarse a esta necesidad, las empresas deberán invertir todos sus esfuerzos en transporte y logística, considerando en todo momento que los consumidores valoran la flexibilidad y comodidad. En este sentido, las organizaciones deberán incluir opciones de entrega en el día o en las horas próximas a la adquisición del producto. Estudios han previsto una reducción en los tiempos de entrega para las exportaciones.
-La presencia de las redes sociales y la información que se puedan derivar de ellas será fundamental para la puesta en marcha del big data en ecommerce resultarán especialmente relevantes los próximos meses. Estudios confirman que el nada desdeñable 81% de los internautas de 16 a 55 años se sirven de estas plataformas, unos datos que representan 15 millones de usuarios. Su uso seguirá siendo destacado en los procesos de compra, tornándolos más interactivos hasta el punto de que los usuarios podrán comentar sus adquisiciones con terceras personas o recibirán opiniones de terceros compradores.
Igualmente, se deduce que el nivel de aceptación de la publicidad en redes sociales es bastante elevado, lo que llevará a las marcas a utilizarlas para promocionar sus ofertas.
-El comercio sostenible será una destacada tendencia durante los próximos meses, de hecho, los estudios confirman que el 53% de los españoles estaría dispuesto a compartir o alquilar bienes en un contexto de consumo colaborativo. Las transacciones entre particulares se consolidarán como una práctica habitual, entre los compradores interesados en alargar la vida de sus productos.
La alianza perfecta para las empresas se encuentra, por tanto, representada por el uso del Big Data en ecommerce, un hecho que las organizaciones aprovecharán para emprender una evolución ascendente en el sector.